Por Fabio Luinetti
Oracle
Private Cloud Appliance Sales Leader, Oracle Southern Europe
Nos encontramos ante un nuevo orden mundial donde las organizaciones
necesitan adaptarse. Los activos se incrustan en la experiencia, todos somos
víctimas de la aspiración impulsiva y de la gratificación instantánea. Es
precisamente esta centralidad del usuario final la que está empujando a todas las
organizaciones a cambiar el modo de hacer negocios, tanto para compañías B2B
como para las B2C.
Todos
necesitamos ser más flexibles para ser capaces de reaccionar rápidamente ante
la demanda de los clientes. Lo más importante es que tenemos que estar
preparados para inventar o adoptar nuevos modelos de negocio. El paradigma
de la nube está aquí para ayudar a la organización a reducir su complejidad
que, por definición, está reflejada en las Tecnologías de la Información.
La nube no es un lugar, es una arquitectura
Esto
quiere decir que es fundamental ver a la nube como una oportunidad para revisar
el enfoque completo de IT, como la
encargada de poder simplificar el entorno heredado y garantizar la seguridad de
la información. El modelo de IT ideal debe convertirse en un conjunto de
servicios capaces de satisfacer los principios del cloud: bajo demanda,
elasticidad, escalabilidad, enfoque de auto-servicio y devolución de cargo.
Esto
permitirá a la organización ofrecer nuevos servicios internos y externos a la
vez que tiene todas las herramientas necesarias para recopilar y analizar los
comportamientos de los clientes y, por consiguiente, hacer real el Business Intelligence
(BI).
No es
suficiente adoptar la nube pública. Hay que revisar los procesos y modelos internos con el fin de tener una
“arquitectura cloud” real que aproveche la infraestructura IT existente para evolucionar a una nube pública pura o híbrida.
La nube ayudará también a las compañías a gestionar riesgos de la mejor manera
posible.
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